Esta mañana en el parque es un ensayo concebido para rescatarme, aunque al principio pensé que lo realizaba para rescatar al pequeño parque vecino al edificio donde vivo, deteriorado y casi olvidado por los vecinos. Estoy seguro que lo recuerdan más los perros. Es un ensayo de relaciones y de conjuro del olvido y la desidia. Cada foto puedo ser yo mismo en el reflejo de cada aquello que suelo ser por las mañanas y, al mismo tiempo, cada aquello que suelo ser por las mañanas es una entidad propia, única en el recuadro de la imagen. Eses cada retrato que observan a partir de aquella banca solitaria que se puebla a ratos con cada fotografía.